Dr. Alejandro Pliego-Rosas OP*
Cuando escuchas que alguien habla sobre salud mental, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? Para algunas personas este tema no es algo fácil, ya que existen muchos prejuicios, debido entre otras, cosas a la desinformación. Sin embargo, la experiencia de confinamiento que atravesamos hace unos años a causa de la pandemia por COVID-19 mostró cuán importante es atender este aspecto en nuestras vidas.
¿Sabías que cada año el 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental?, pero ¿a qué se refiere?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Salud Mental es un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede enfrentar las tensiones normales de la vida, trabaja de forma productiva y fructífera y también es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Como te podrás dar cuenta, no es una cuestión de locura o “estar mal de la cabeza” sino es algo fundamental para tener una mejor calidad de vida, inclusive es un derecho. Si bien es cierto que este ámbito no depende exclusivamente de la persona en sí misma, ya que hay que considerar otros factores a nivel social, económico e inclusive ambiental, tal vez podría ser importante tener en cuenta que cosas sí están en nuestras manos.
Para hacer una pequeña reflexión sobre el estado de tu salud mental, puede ser de utilidad responderte las siguientes preguntas:
- ¿Cómo me siento conmigo mismo/conmigo misma?
Ciertas ideas que te podrían ayudar para encontrar una posible respuesta están relacionadas con la estima que tienes hacia tu persona, si sientes el aprecio que tienen otras personas hacia ti y también la satisfacción que experimentas por las actividades que realizas (trata de incluir aquellas que haces en el trabajo, la escuela o tus pasatiempos).
- ¿Tengo presente cuáles son mis habilidades?
Nombra algunas de tus fortalezas como ser puntual, responsable, relacionarte desde la empatía, etc. ¡la lista es amplia! También te puede ayudar imaginar qué es lo que otras personas admiran de ti. Asimismo, identifica qué tipo de soluciones empleas ante situaciones comunes, como puede ser respirar profundo cuando las cosas no salen como deseas o hablar sobre aquellas cosas que te molestan.
- ¿Cómo ayudo a otras personas?
Piensa con quienes te relacionas, como los miembros de tu familia, tus amistades, tus compañeros y compañeras de escuela o trabajo o la gente de la colonia en donde vives e identifica cuál es la contribución que realizas para generar un mayor bienestar social. Algunos ejemplos pueden ser: generar propuestas para mejorar la convivencia familiar, ayudar a alguien a estudiar un tema que se le dificulta u organizarte con tus vecinos o vecinas para limpiar la calle.
Como lo podrás notar, la salud mental no implica exclusivamente que no existan problemas o enfermedades, ni tampoco es una cuestión individual, ya que al vivir en sociedad también ésta nos influye y cada persona a su vez influye en ella.
En este sentido, ¿cómo fue este ejercicio para ti?, ¿hay algunos aspectos que crees que podrías mejorar?, ¿pudiera ser buena idea pedir ayuda para aumentar tu bienestar? No hay por qué hacerlo en soledad, el camino es mejor en compañía. Recuerda la famosa cita “pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá la puerta. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama”.
*Doctor en Psicoanálisis por la Universidad Intercontinental