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“Bésame con los besos de tu boca”: Un breve acercamiento al ‘beso’ en la Biblia (Parte 1)

*Tiempo de lectura: 8 minutos*

I. De besos y poesías

Gabriela Mistral se convirtió en la primera mujer hispanoamericana -y la segunda persona de Latinoamérica- en recibir el premio Nobel de literatura en aquel “lejano” año de 1945. En su poema titulado “Besos” escribió dieciocho veces la frase “Hay besos”, exponiendo las complejas características que, desde su experiencia, se encuentran en el simple acto de posar los labios sobre otra persona.

Gabriela Mistral recibiendo el Premio Nobel de Literatura

Sus letras son un remolino de sentimientos y reflexiones en el que conviven besos de todo tipo, pero donde también es posible detectar la dualidad: primero exalta aquellos besos constructivos, que guardan nobleza, sinceridad y veracidad; aquellos que fueron dados más allá de lo corpóreo, en el silencio de la mirada y con el alma, invitándonos a rescatar de la memoria aquellos besos que dejaron huella en nuestras vidas para que no mueran; para que no se conviertan en besos perdidos.

Pero en un segundo acto nos advierte, además, de aquellos besos que están malditos, que hieren, que son cobardes o que son prohibidos; aquellos besos que a su paso dejan tragedia, que son perjuros, blasfemos y están condenados.

De manera general, en nuestra cultura, el beso se encuentra asociado al amor, y de manera más específica, al amor romántico y pasional. Gabriela Mistral considera también en su poema la dimensión bíblica, abriendo la puerta a la discusión: ¿Qué dice la Biblia acerca el ‘beso’?

“Judas besa a Jesús y deja impresa

en su rostro de Dios, la felonía,

mientras la Magdalena con sus besos

fortifica piadosa su agonía.”

Besos, de Gabriela Mistral

El beso de traición de Judas

II. Una Biblia, dos Testamentos y decenas de besos

A lo largo de la Biblia es posible encontrar múltiples escenas en las que se mencionan una gran variedad de tipos de besos. El tema es tan amplio y diverso que podríamos clasificar a “los besos y los besados” de incontables maneras, según nuestras propias necesidades o caprichos. Por ejemplo, podríamos seleccionar únicamente aquellos versículos en donde los besos fueron intercambiados entre familiares y obtendríamos una interesante lista en la que figurarían escenas entre padres e hijos, hermanos y hermanas, suegros y yernos, futuros cónyuges o parejas ya consolidadas. Si lo deseáramos, también podríamos apilar todas las escenas con besos de saludo y despedida, o separar los besos bondadosos de los maliciosos.

En esta primera parte estableceremos una tipología general que nos permita apreciar lo que dice la Biblia acerca del ‘beso’, y expondremos algunos datos concretos que alimenten nuestra curiosidad.

III. Tipología y curiosidades

Una visión panorámica de la Biblia nos permite establecer una clasificación general, encontrando los siguientes tipos de besos: 1) románticos; 2) fraternos; 3) de bendición; 4) de reconciliación y consuelo; 5) de traición y perdición. A partir de lo anterior, vale la pena destacar algunas escenas particulares y curiosas del Antiguo y Nuevo Testamento.

a) El primer beso de la Biblia

Es muy interesante descubrir que el primer beso que se registra en la Biblia no fue un beso de amor, sino más bien  un beso traicionero, robado, que ocurrió en medio de una disputa familiar en la que se vieron involucrados un padre y dos hijos. El escenario coloca un par de personajes: un anciano (Isaac) y su hijo menor (Jacob) el cual, aprovechándose de la ceguera de su padre, suplanta la identidad de su hermano (Esaú) con el propósito de robar el beso de bendición que por derecho se encontraba reservado para el hijo mayor (Gn 27, 26-27).

Jacob roba el beso de bendición a su hermano Esaú

b) El primer beso de la primera pareja

Otra curiosidad es que la primera pareja en la Biblia que aparece besándose, es la conformada por Jacob y Raquel (Gn 29, 11), y aunque más adelante ambos se convierten en cónyuges, el beso en cuestión no es romántico sino más bien fraterno, un saludo entre familiares que se encontraban.

Jacob besa a Raquel al encontrarla

c) Apasionados besos de amor…

Entonces, ¿qué versículos abordan los besos románticos? Si deseamos encontrar besos apasionados, el libro del Cantar de los cantares cuenta con dos referencias concretas: a) “¡Bésame con los besos de tu boca! ¡Son tus amores mejores que el vino!” (Cant 1, 2); b) “¡Ah, si fueras mi hermano amamantado a los pechos de mi madre! Al encontrarte en la calle, te besaría, sin que la gente me despreciara. Te llevaría, te metería en la casa de mi madre, que te iniciaría” (Cant, 8, 1-2).

El amor y el erotismo se entremezclan perfectamente en el Cantar de los Cantares

d) … y apasionados besos de perdición

Existe otra referencia a los besos pasionales, específicamente hacia aquellos que pueden conducir a la perdición, en el libro de Proverbios (1, 6-15), donde se nos narran la escena del beso entre un ingenuo lujurioso y una prostituta en cacería:

“Estaba yo a la ventana de mi casa, asomado a la reja, mirando a unos jóvenes sin experiencia cuando distinguí entre ellos a uno sin juicio, pasaba por la calle, junto a la esquina y se dirigía a casa de ella; era la hora del crepúsculo, era plena noche y oscura. Una mujer le sale al encuentro, vestida como ramera astuta, envuelta en un velo, atrevida y seductora, sus pies no saben estarse en casa: ahora en la calle, luego en la plaza, acechando en todas las esquinas. Lo agarra y lo besa y con todo descaro le dice: He preparado un banquete porque hoy he cumplido mi promesa; por eso he salido a tu encuentro ansiosa de verte, y te he encontrado.”

IV. Conclusiones y recomendaciones

En esta primera parte no solo hemos logrado echar un vistazo a algunas curiosidades bíblicas en torno al beso, sino que también exploramos un poco sobre su tipología, presenciando besos de traición, bendición, fraternales, románticos y de perdición. Existen otros interesantes besos por descubrir, por ejemplo el de reconciliación y el “beso santo”, pero se encuentran destinados para la segunda parte de este artículo.

Si deseas profundizar en el tema y conocer más curiosidades, te invito a consultar tres herramientas imprescindibles.

#1. La Biblia de nuestro Pueblo, una versión trabajada por el biblista jesuita Luis Alonso Schökel. Esta Biblia se encuentra traducida al español que utilizamos en Latinoamérica, por lo que es perfecta para quienes desean leer toda la Biblia de una manera sencilla, pero seguros de que la traducción es buena. De hecho, esta Biblia cuenta con Imprimátur, lo que significa que no contradice las enseñanzas de la Iglesia y está aprobada por ella. También encontrarás notas a pie de página y comentarios que te ayudarán a profundizar en temas de historia, teología, eclesiología, espiritualidad y más. Incluso el tamaño de la letra (11 puntos) y la blancura del papel son recomendables, pues permiten una lectura agradable.

#2. La Biblia Temática, del también jesuita Luis Godtsseels, es un diccionario con más de seiscientos temas en el cual puedes buscar versículos específicos para orar, reflexionar, estudiar, vivir tu fe o simplemente curiosear.

#3. Escucha, Israel: Introducción a la Sagrada Escritura, del sacerdote biblista Carlos Junco Garza, quien coordinó la traducción de la Biblia de la Iglesia en América. Con este libro podrás introducirte académicamente en el estudio general de la Sagrada Escritura, abordando temáticas como la revelación, la transmisión, la inspiración y la interpretación; y podrás comprender perfectamente porqué la Biblia es el libro más importante en la historia de la humanidad.

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